Contexto
Fecha: Septiembre de 2014Lugar: Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Socha (Boyacá, Colombia)
Paciente femenina en la séptima década de la vida, proveniente de zona rural de Boyacá (Colombia), con antecedente de dislipidemia mixta en manejo con estatina con regular control de su hiperlipidemia. Asiste a consulta externa de medicina general para control.
Al examen físico de los ojos, se encuentra de forma bilateral un halo blanquecino en la periferia de la córnea, rodeándola de forma completa, con un espacio libre del halo entre este y el limbo esclerocorneal (ver foto de la paciente al inicio del texto).
Semiología y contexto histórico
El arco senil es una manifestación de la superficie ocular caracterizada semiológicamente como una opacidad (blanca, amarillenta o grisásea) en la periferia de la córnea, que está separada del limbo esclerocorneal por un espacio libre de dicha opacidad.[1] Puede rodear completamente la córnea, formando un anillo, o solo hacerlo parcialmente.[2]
Se le atrubuye al patólogo alemán Rudolf Virchow la propuesta de asociación entre el arco senil y la ateroesclerosis y la hipótesis de un mismo mecanismo de formación.[3]
Patogenia
El arco senil se compone de moléculas ricas en ésteres de colesterol atrapadas en la matriz extracelular del estroma corneano, colesterol proveniente de lipoproteínas plasmáticas[1], particularmente las de baja densiad (LDL, por sus siglas en inglés).[2]
Debe tenerse en cuenta que a diferencia de las manifestaciones de los xantomas en piel, en tendones y el ateroma en la pared vascular, en la córnea no hay presencia de macrófagos, lo que podría implicar cambios en la dinámica del depósito de lípidos respecto a otros tejidos, y por tanto, el porqué de su poca correlación con desenlances cardiovasculares.
La presentación del arco senil, afectando sólo la periferia de la cornea, podría explicase por varios mecanismos:
- La córnea tiene un gradiente de temperatura que facilitaría que el colesterol y el LDL se depositen predominantemente en la periferia.
- Al ser avascular, la córnea se nutre por difusión desde el limbo esclerocorneal (en la periferia) y es dicha estructura la fuente de las lipoproteinas.
- La organización de la densidad del colágeno en la córnea varia entre la periferia y en centro, determinando que haya selectividad del tamaño de las moléculas que pueden no pueden pasar hacia el centro.
Significancia clínica
Enfermedad cardiovascular
En la hipercolesterolemia familiar, el arco senil y los xantomas se configuran como una de las características clínicas propias, y en este tipo de pacientes el tamaño del arco senil se correlaciona con el nivel de ateromatosis y de xantomatosis.[2]
Sin embargo, en los estudios de cohorte más grandes en población general la prencia de arco senil (en términos dicotómicos de "presente" o "no presente") no parece tener capacidad predictora de desenlaces cardiovasculares específicos (infarto de miocardio, enfermedad cardiaca isquémica, accidente cerebrovascular isquémico, muerte)[1][7] a diferencia de los xantelasmas (xantomas de la piel de los párpados), que si demostraron capacidad predictora en términos multivariados en población general.[1]
Sin embargo, en los estudios de cohorte más grandes en población general la prencia de arco senil (en términos dicotómicos de "presente" o "no presente") no parece tener capacidad predictora de desenlaces cardiovasculares específicos (infarto de miocardio, enfermedad cardiaca isquémica, accidente cerebrovascular isquémico, muerte)[1][7] a diferencia de los xantelasmas (xantomas de la piel de los párpados), que si demostraron capacidad predictora en términos multivariados en población general.[1]
Parámtetros oculares
Respecto a parámetros oculares, en un estudio de de cohorte transversal de población india rural el arco senil parece asociarse de forma significativa con presión intraocular disminuida, menor espesor de la córnea y mayor incidencia de hipermetropía.[5] En contraposición, en otroestudio trasnversal en Singapur el arco senil se asoció con aumento de la presión intraocular, y al igual que en India, con adelgazamiento de la porción central de la cornea.[6]
Referencias
[1] Christoffersen M, Frikke-Schmidt R, Schnohr P, et al. Xanthelasmata, arcus corneae, and ischaemic vascular disease and death in general population: prospective cohort study. BMJ. 2011; 343: d5304 [Pubmed]
[2] Zech LA, Hoeg JM. Correlating corneal arcus with atherosclerosis in familial hypercholesterolemia. Lipids in Health and Disease 2008, 7: 1 - 15 [Pubmed]
[3] Virchow R, Ueber perenchymatöse Entzündung. En: Archiv für pathologische Anatomie und Physiologie und für klinische Medicin - Volumen 4. Berlin; 1852: 261 - 324.[URL]
[4]Menotti A, Giampaoli S, Seccareccia F. The relationship of cardiovascular risk factors measured at different ages to prediction of all-cause mortality and longevity. Arch Gerontol Geriatr. 1998; 26(2): 99 - 111. [Pubmed]
[5]Vurgese S, Panda-Jonas S, Saini N, et al. Corneal arcus and its associations with ocular and general parameters: the Central India Eye and Medical Study. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2011; 52(13): 9636 - 9643. [Pubmed]
[6]Wu R, Wong TY, Saw SM, et al. Effect of corneal arcus on central corneal thickness, intraocular pressure, and primary open-angle glaucoma: the Singapore Malay Eye Study. Arch Ophthalmol. 2010; 128(11): 1455 - 1461. [Pubmed]
[7]Fernandez AB, Keyes MJ, Pencina M, et al. Relation of corneal arcus to cardiovascular disease (from the Framingham Heart Study data set). Am J Cardiol. 2009; 103 (1): 64 - 66.[Pubmed]
[2] Zech LA, Hoeg JM. Correlating corneal arcus with atherosclerosis in familial hypercholesterolemia. Lipids in Health and Disease 2008, 7: 1 - 15 [Pubmed]
[3] Virchow R, Ueber perenchymatöse Entzündung. En: Archiv für pathologische Anatomie und Physiologie und für klinische Medicin - Volumen 4. Berlin; 1852: 261 - 324.[URL]
[4]Menotti A, Giampaoli S, Seccareccia F. The relationship of cardiovascular risk factors measured at different ages to prediction of all-cause mortality and longevity. Arch Gerontol Geriatr. 1998; 26(2): 99 - 111. [Pubmed]
[5]Vurgese S, Panda-Jonas S, Saini N, et al. Corneal arcus and its associations with ocular and general parameters: the Central India Eye and Medical Study. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2011; 52(13): 9636 - 9643. [Pubmed]
[6]Wu R, Wong TY, Saw SM, et al. Effect of corneal arcus on central corneal thickness, intraocular pressure, and primary open-angle glaucoma: the Singapore Malay Eye Study. Arch Ophthalmol. 2010; 128(11): 1455 - 1461. [Pubmed]
[7]Fernandez AB, Keyes MJ, Pencina M, et al. Relation of corneal arcus to cardiovascular disease (from the Framingham Heart Study data set). Am J Cardiol. 2009; 103 (1): 64 - 66.[Pubmed]
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